Hace unos meses, Jesús Egido, editor de Reino de Cordelia,
sugirió que en la contracubierta del Libro de las Invocaciones apareciese la
cita que había seleccionado el escritor Manuel Vilas. Me pareció una gran idea
por lo festivo de sus palabras. Se trata de una frase de la novela Los hermanos
Karamazov, de Dostoyevski:
“Mañana me mataré, pero antes de morir, venga juerga”.
Adoro los libros del Gran Vilas como los egipcios adoraban al
sol.
Hace unos días, Jesús Marchamalo nos fotografió a Vilas y a
mí en el centro de Madrid, bajo el sol de mediodía, con nuestras gafas de sol,
no muy lejos de la Puerta del sol. Tras hacernos la foto, entramos a uno de
esos bares que siempre huelen a calamares fritos y recordé que en su libro “El
hundimiento” Vilas tiene un poema titulado “Madrid”. Al día siguiente, cuando regresé
a Bilbao, busqué el libro y leí el poema, que termina con esta frase:
“Naciendo en miles de ciudades al mismo tiempo, como un
milagro digno del sol que nos contempla”.
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