jueves, 24 de octubre de 2019

O que arde


He ido a ver “O que arde”, película de Oliver Laxe. Hacía algún tiempo que no iba al cine. La paternidad me ha enseñado a elegir bien lo que quiero ver. La espera ha merecido la pena. Es una película hipnótica de principio a fin, oscura e iluminadora a un mismo tiempo. Creo que su hipnotismo nace de su simbolismo. Lluvia. Bosque. Madre. Hijo. Montaña. Fuego. La película es un caballo ciego trotando sobre las cenizas de un paisaje en extinción.
Ha removido muchas cosas en mi interior. La protagonista, Benedicta, me ha recordado a mi abuela Felisa. Durante los veranos de mi infancia, viví la vida en el pueblo de una manera de la que apenas quedan huellas.
Salí del cine con los ojos y la mente en llamas. Con un fuego dentro que tardará en extinguirse.