Ayer volví a retratar a Leire. En
junio cumplirá tres años. Durante su primer año de vida retraté a mi hija una
vez al mes. Entonces su fisonomía cambiaba mucho en muy poco tiempo. Durante el
segundo año la he retratado de vez en cuando, creyendo captar alguna nueva
expresión en su rostro. En este último retrato aparece ensimismada,
ante la televisión, observando los dibujos animados de Bob Esponja. En junio
cumplirá tres años y puede que sea un buen momento para hacerle un primer
cuadro, un retrato sobre lienzo. Empiezo a conocer su cara mejor que la palma
de mi mano.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario