Retrato de Antoni Tápies
(lápiz sobre papel, 30 x 21 cm, 2012)
Cuando vivía en Barcelona solía frecuentar la Fundación Tápies. Es un lugar en el que siempre encontré propuestas interesantes. No puedo decir que la obra de
Antoni Tápies influyera de forma decisiva en mi manera de pintar. Pero hubo una
época en que me interesaba muchísimo y, a día de hoy, muchas de sus pinturas y
dibujos me siguen fascinando. Creo que, en el fondo, aunque no se perciba en lo que hago ahora, su obra llegó a influirme de una u otra manera. Además de visitar la colección permanente y las exposiciones temporales que se programaban en la Fundación Tápies, solía visitar también su librería. Tras leer hoy la
noticia de la muerte de Antoni Tápies, he recordado un libro que compré allí en noviembre de 1997. Se
trata de un libro de José Lezama Lima titulado La materia artizada (Críticas de arte) (Editorial Tecnos, 1996). Lo
busco, lo encuentro, lo abro, y leo su comienzo: Apesadumbrado fantasma de nadas conjeturales, el nacido dentro de la
poesía siente el peso de su irreal, su otra realidad, continuo. Su testimonio
del no ser, su testigo del acto inocente de nacer, va saltando de la barca a
una concepción del mundo como imagen. La imagen como un absoluto, la imagen que
se sabe imagen, la imagen como la última de las historias posibles.
2 comentarios:
Muy bueno el dibujo.
Gracias, Manel; es mi pequeño homenaje a Tápies.
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