(tinta sobre papel, 2008)
El Cine Avenida era el punto de cita donde la ciudad quedaba consigo misma para sacarse a dar una vuelta. Mucho colgado aguardando allí por una novia perdida hacía años, esperando el milagro de verla aparecer por la esquina de Santa Catlina. Y claro que aparecía, pero del brazo de otro tipo. El pringado miraba para otro lado como si nada, y seguía aguardando por la mujer que le había abandonado hacía un siglo, más o menos. Cerraron el cine, años más tarde, pero la gente seguía quedando allí, esperando a que abriesen la taquilla para la sesión de las cinco. Esta siempre fue una ciudad llena de asombrosos y espléndidos lunáticos que vagaban por las calles en busca de una novia fugitiva o de una tarde de la niñez en la que fueron al cine y se sintieron felices.
(Fragmento de La Noche de las palabras, de Luís Pousa)
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Más información sobre el libro, pinchando aquí: http://lanochedelaspalabras.blogspot.com
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