miércoles, 30 de enero de 2013

Mi esperanza de vida


Siempre que empieza un nuevo año fotografío mi rostro. Como estoy seguro de que viviré hasta lo 127 años, espero tener entonces más de un centenar de fotografías y, desde la tumba, poder mostrar algo sobre la evolución de esta cara que me ha tocado. Será mi Testamento Fisonómico. Ya sé que no invento nada, que otros ya han hecho cosas así, y seguramente mejor que yo. Pero lo hago con mi cara, que para eso es mía, para hacer con ella lo que me dé la gana. Así que será en el año 2102 cuando, tras mi fallecimiento, salgan a la luz todas esas fotografías que he ido realizando al comienzo de cada nuevo año. Tal vez a nadie le interese contemplar el deterioro de mi rostro. Pero a veces, tanto en la vida como en la muerte, hay que correr ciertos riesgos, tan absurdos como ese.


4 comentarios:

stm dijo...

Un rostro inspirador, sin duda. Me encanta tu trabajo.

lucía dijo...

a mí no me parece nada absurda esta idea, y ver como cambias debe de ser muy gracioso (aunque un poco deprimente) jajja unbeso!

Pablo Gallo dijo...

Es un juego. Y una regla del juego es guardar cada foto y no volver a verla. Espero no asustarme si llego a verlas todas juntas, o por lo menos reconocerme.

Anónimo dijo...

Interesante tu trabajo, interesante esta idea, yo tambien espero poder ver ese más que un centenar de fotografías...somos de una quinta!
besos