lunes, 22 de marzo de 2010

Los caminos del Libro del Voyeur son inescrutables

Retrato de la tía Nieves
(tinta sobre papel, 29 x 21 cm)


Retrato de mi padre
(acrílico sobre una vieja puerta de armario de cocina)

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He pasado unos días en Los Altos de Burgos. El sábado acudí al entierro de la tía Nieves, una tía de mi madre a la que tenía gran cariño y a la que visitaba siempre que iba al pueblo. Era una persona muy alegre y dicharachera, que habitualmente hablaba con expresiones castellanas que bien podrían hacer pensar en un personaje de Miguel Delibes. Al sepelio acudieron, desde Galicia, mis padres, tíos y primas. Habría unas cien personas. Durante el entierro, que se realizó en Dobro, un pueblecito en el que nacieron mis abuelos maternos y que en invierno debe tener unos veinte habitantes, me encontré con una prima lejana a la que hacía tiempo que no veía. Se llama Sonia y también vive en Bilbao. Me preguntó qué tal iba lo de pintar y le respondí que ahora ando metido en algún proyecto de libro. Me presentó entonces a Rafa, su pareja, y me dijo que él trabaja en una empresa de distribución de libros. Les hablé de El Libro del Voyeur y de Ediciones del Viento, la editorial que lo publicará en mayo. Entonces, Rafa, muy sorprendido, me dijo que en la empresa en la que trabaja, llamada UDL, tienen como cliente desde hace bien poco ha Ediciones del Viento. Así que serán ellos quienes distribuyan El Libro del Voyeur. Yo, también sorprendido, recordé que en navidades Eduardo Riestra, el editor, me había dicho que en breve iba a cambiar de distribuidora. Después Rafa me habló de diferentes editoriales y resulta que además trabajan con la Editorial Periférica, editorial con la que también estoy desarrollando otro proyecto que aún no tiene fecha de publicación.
Tras el entierro Ainara y yo comimos con mis padres. Después de comer les enseñé una serie de dibujos recientes. Les gustó especialmente un retrato que le hice a Tim Behrens, pintor inglés que reside en La Coruña, perteneciente a la Escuela de Londres y amigo de afamados artistas como Francis Bacon o Lucian Freud. Es un retrato que realicé a partir de una fotografía que me envío al móvil José Luis Ducid, cineasta y escritor argentino que colabora en El Libro del Voyeur y que también vive en La Coruña. En el retrato, debido a un problema en su ojo derecho, Tim Behrens aparece con un parche. Semeja un experimentado corsario británico.
Ayer domingo mis padres regresaron a La Coruña. Por el camino pararon a comer en Astorga, en un restaurante llamado La Peseta. De pronto, tras sentarse a la mesa, creyeron ver a alguien conocido. Ese alguien era Tim Behrens, con el parche en su ojo derecho. Aunque hasta aquel momento mi padre nunca había hablado con Tim, pero sabiendo que yo tengo cierta amistad con el pintor inglés, se acercó a saludarle. Se presentó y Tim se mostró sorprendido muy gratamente. Charlaron un rato. Hablaron del retrato que yo le hice hace poco, hablaron de El Libro del Voyeur, hablaron de Eduardo Riestra y de Ediciones del Viento, editorial en la que Tim Behrens, hombre inquieto que no sólo se ciñe a la pintura, publicó hace unos años una novela titulada El Monumento. Después llegó Diana, la mujer de Tim. Mi padre, despidiéndose, les preguntó si también ellos regresaban a La Coruña. Respondieron que no, que no sabían hacia donde se dirigían.


Retrato de Tim Behrens
(acrílico sobre papel, 30 x 21 cm, febrero 2010)


Tim Behrens, Lucian Freud, Francis Bacon, Frank Auerbach y Michael Andrews
(Restaurante Wheeler´s, Londres, 1962)


10 comentarios:

Emilio Ruiz Mateo dijo...

¿Algún día dejaremos de sorprendernos por estos cruces de caminos, a.k.a. casualidases, a.k.a. destino?
Un saludo,
E.

Luis Pousa dijo...

Fantástico, Pablo. Lo dejo enlazado a mi blog. Un fuerte abrazo!!!

Perro Malo dijo...

esas cosas molan, desde luego.
un abrazo, Pablo y qué ganas de ver el resultado por dios...

Pablo Gallo dijo...

Creo que estos cruces de caminos, E, no dejarán nunca de sorprendernos, aunque tal vez dependa de los ojos con que se mira.

Lo vi enlazado en tu blog, Luis. Gracias, me alegro de que te haya gustado la historia. Es curiosa.

Sí que molan esas cosas, Perro Malo. También yo estoy impaciente por ver el resultado. Ya falta poco.

Abrazos para todos.

Jordi dijo...

No es de muy buen gusto pensar eso, pero por un momento me dio por pensar que la tia Nieves murió para que pudiera ocurrir todo eso que cuentas.

Conrado Arranz dijo...

Ni Vila-Matas amigo, un cálido saludo

Pablo Gallo dijo...

Pues sí, Jordi, algo parecido pensé yo. Si no hubiese acudido a su entierro ¿habría ocurrido algo de todo esto? Supongo que no.

Y gracias, Conrado. Aunque Vila-Matas es mucho Vila-Matas.

Abrazos.

maribolherx dijo...

me ha encantao descubrir tu blog, bicos
pablo - maribolheras

Pablo Gallo dijo...

Pues me alegro, Pablo.
Bicos.

carmen dijo...

Acabo de leerlo ,y realmente, no has podido poner mejor titulo.
Saludicos.